La dieta normocalórica vendría a ser en términos coloquiales algo así como la dieta de “mantenimiento”. Una dieta que busca el equilibrio nutricional y calórico entre lo que ingerimos y lo que quemamos.
El balance diario debe ser lo más cercano posible a cero y conseguir de esta forma mantener un peso corporal constante.
El reparto de nutrientes se debe realizar siempre de forma saludable, aunque tenemos cierto margen de maniobra no es recomendable abusar de determinados macro nutrientes.
Evidentemente se hace muy complicado, por no decir imposible, determinar cuántas calorías exactas necesita una persona al día. La edad, el sexo, el peso o la actividad física son factores que pueden alterar, mucho estos valores por lo que afinar con una dieta normocalórica general es imposible.
Cierto es que hemos visto gran cantidad de publicaciones, estimar sobre las 2000 kcal el gasto calórico diario para hombres de edad media y peso moderado, pero todas estas afirmaciones deberían tomarse con una importancia relativa.
El tiempo y la báscula te dirán si realmente estas siguiendo una dieta normocalórica o no. Si subes de peso será porque estás en superávit calórico, mientras que si pierdes peso la explicación no será otra que el déficit calórico.
Es importante que dejes cierto margen de tiempo para ver la evolución real del peso, ya que diariamente existen elementos como el estrés, la retención de líquidos o la deshidratación, que podrían alterar la visión e interpretación del resultado.
A modo de recomendación te diría que te centres más en un balance calórico semanal que en uno de diario. Al fin y al cabo, aparecen relaciones sociales, actividades deportivas no previstas o quehaceres que pueden dificultar y mucho el cumplimiento de una dieta normocalórica.